Los abogados celebramos hoy el día de la Justicia Gratuita y el Turno de Oficio con una sensación agridulce, ya que la situación provocada por la pandemia nos impide celebrar la tradicional carrera popular y los actos previstos para el próximo miércoles serán muy distintos a los habituales: sin autoridades ni justiciables -los verdaderos coprotagonistas junto a los abogados de oficio-, con un aforo muy limitado para evitar en la medida de nuestras posibilidades la propagación de la enfermedad.
Hemos luchado mucho en estos meses por la seguridad de los letrados y de los justiciables y hemos demostrado que los juicios se podían hacer de manera telemática o, cuando ello no fuera posible, que se garantizara el cumplimiento de las medidas de seguridad. Por el camino, me han apercibido personalmente en cuatro ocasiones, una de ellas por el CGPJ, pese a que han terminado dándonos la razón.
Abrir camino, lo sé por experiencia, nunca es fácil, pero la Junta de Gobierno ha actuado desde el convencimiento de que nos asistía la razón, ya que en el artículo 19 del RDL 16/2020, de 28 de abril, de medidas procesales y organizativas para hacer frente al COVID-19 en el ámbito de la Administración de Justicia, se establecía que los juicios y todos los actos procesales se debían realizar preferentemente de manera telemática.
En estos últimos años, hemos trabajado duro para defender la dignidad de la profesión. Por ejemplo, reclamamos por vía judicial los honorarios de los letrados de oficio en el caso ‘Malaya', le ganamos el procedimiento judicial a la Agencia de Defensa de la Competencia de Andalucía por el reparto de la Justicia Gratuita -nos reclamaba 98.215 euros y, sin embargo, fue condenada a abonar las costas-, presentamos una reclamación de responsabilidad patrimonial ante la Junta de Andalucía en nombre de 1.234 letrados por deudas de Justicia Gratuita valoradas en dos millones de euros, conseguimos en 2016 la derogación del borrador de la orden del Gobierno andaluz sobre las retribuciones de la Justicia Gratuita -que suponía reducciones de hasta el 55% y cuya lucha me costó un expediente por parte del CADECA- y hemos promovido varias concentraciones y movilizaciones togadas en defensa del turno de oficio.
También hemos conseguido acabar con el histórico retraso en los pagos de la Justicia Gratuita, aunque tampoco ha sido fácil. Hace siete años tuvimos que requerir notarialmente al entonces consejero de Justicia, Emilio de Llera, y salió publicado en prensa, porque aseguraba que ya se habían pagado los servicios y no era así. Lo cierto es que poco después se normalizó el pago y se ha mantenido hasta la actualidad, con retrasos muy puntuales debidos a trámites administrativos o burocráticos, pero por fin y por primera vez en la historia de la justicia gratuita andaluza, los pagos empezaron a hacerse puntualmente superando tanto el retraso de un año que se había implantado y normalizado, como los ridículos e injustos pagos aplazados.
Quienes me conocen saben que no soy conformista. Por eso no me doy por satisfecho y, junto a mi Junta de Gobierno, seguimos exigiendo unas retribuciones dignas para los abogados de oficio, acordes a la importancia de su labor en la sociedad. Se consiguió aumentar el número de guardias y una mejora en los pagos, aunque sigue siendo claramente insuficiente.
Sin abogados de oficio no habría igualdad en el acceso a la Justicia, no estaría asegurada la asistencia letrada para todos los ciudadanos ni la tutela judicial efectiva. Todos estos derechos están recogidos en la Constitución y son indispensables en una democracia y en cualquier Estado de Derecho. Por eso, los letrados de oficio no sólo demuestran una gran vocación y profesionalidad al desempeñar su labor, sino que también prestan un servicio público de gran valor. Y no merecen ser maltratados por las administraciones.
Este año, como decía al principio, el Colegio de Abogados de Málaga celebrará y reivindicará de un modo especial el Día de la Justicia Gratuita, rindiendo homenaje a una serie de abogados y a las personas y autoridades que han trabajado codo con codo con nosotros para garantizar la seguridad de los profesionales y de los justiciables.
Así, distinguiremos a letrados que llevan más de 40 años prestando sus servicios en el turno de oficio y al letrado Juan José Arenas, quien hace unos meses demostró que los abogados de oficio están hechos de otra pasta: excediéndose de sus funciones, acompañó personalmente a un cliente a quien un juzgado había ordenado su internamiento no voluntario en un centro de salud mental, ocupándose de él como lo habría hecho un familiar y cubriendo de esta manera un error de la administración, que debió encargarse de este asunto y no lo hizo.
También distinguiremos al comisario provincial, a la Fiscalía de Menores, y a los jueces, letrados de la Administración de Justicia, empresas y personal del Colegio que han destacado por su trabajo y compromiso con los colegiados y con los justiciables en esta crisis que tanto daño ha causado y está causando. Feliz Día de la Justicia Gratuita.
Francisco Javier Lara Peláez
Decano del Colegio de Abogados de Málaga
2020-07-12 | El Decano Informa