La Declaración Universal de los Derechos Humanos, proclamada por la Asamblea General de Naciones Unidas hace 72 años, sigue siendo la referencia fiable para determinar qué países del mundo los respetan. En su preámbulo, este texto -que es el más traducido de la historia y está disponible en más de 360 idiomas- señala que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen como base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todas las personas.
En plena pandemia mundial, como la que ha provocado la crisis del coronavirus, la defensa de los derechos humanos no sólo se antoja como un deber y una obligación de las administraciones públicas y privadas, sino que una situación así exige también una mayor responsabilidad individual por parte de todos.
En esta línea, y con el compromiso de trabajar para que nadie se quede atrás, Naciones Unidas puso en marcha los Objetivos de Desarrollo Sostenible para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad en el año 2030. Evidentemente, es una meta muy ambiciosa que necesita del apoyo de una amplia mayoría de la población del planeta. Todos los caminos, incluso los largos y dificultosos como este, comienzan sin embargo con un sencillo primer paso. Y en eso estamos implicados los abogados de toda España.
La Abogacía ha mostrado su compromiso firme e inequívoco con los derechos humanos a lo largo de la historia y el Covid-19 supone un nuevo e inquietante reto al que la profesión también está haciendo frente en cuestiones como el acceso universal a la salud, la situación de especial vulnerabilidad en que se encuentran las personas mayores o el propio marco jurídico del derecho a la salud en nuestro país, asuntos de los que se habla estos días en el VII Congreso Anual de Derechos Humanos de la Fundación Abogacía.
Este año se ha acelerado la transformación digital en todos los niveles. Es indudable que la tecnología conlleva avances muy notables, en cuanto mejora los procesos y servicios que se prestan a los ciudadanos, haciéndolos más útiles y accesibles. La tecnología es una herramienta fundamental para afrontar los grandes retos de la humanidad, pero qué duda cabe de que el éxito sólo es posible si está al alcance de todas las personas. Eliminar la brecha digital es, por lo tanto, imprescindible para avanzar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible y en la defensa de los derechos humanos.
Actuar en lo local para tener impacto en lo global. Esta máxima debe guiar cada una de nuestras acciones, sin desdeñar el esfuerzo que cada individuo u organización realice en beneficio de la comunidad de la que forma parte. En Málaga hay más de seis mil abogados que, ejerciendo su trabajo para defender los derechos y libertades de los ciudadanos, aportan su granito de arena para el progreso de la sociedad. Especial mención merecen en este aspecto los abogados de oficio, cuya vocación de servicio público está más que demostrada y que sin duda merecen un mejor trato por parte de la administración.
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos, es justo reconocer también a las personas que han sido atacadas por defenderlos. Es el caso de la magistrada de Santa María la Real de Nieva (Segovia), Sonsoles Sanchidrián Velayos, quien ha sido agredida hace unos días en las inmediaciones del juzgado en el que trabaja. En Málaga, hace ocho años, el letrado Salvador Andrés Reina fue asesinado durante el ejercicio de su profesión, lo que supuso una auténtica conmoción para todos. Tanto es así, que el Colegio de Abogados de Málaga instauró un premio de derechos humanos que lleva su nombre, con el que le recordamos y homenajeamos. Este año, esa distinción se ha concedido a la Asociación Trans Huellas, que trabaja para hacer efectivos los derechos de las personas transexuales e intersexuales. Este tipo de ataques no sólo constituyen una agresión contra una persona individual, sino contra todo lo que el sistema judicial español representa en defensa de los derechos y las libertades de los ciudadanos.
En España, pese a todo lo que hemos avanzado en las últimas décadas, aún hay áreas de mejora en materia de derechos humanos: en violencia de género, en igualdad y conciliación, en delitos de odio o en materia de inmigración, por señalar algunos ejemplos evidentes. Para defender los derechos de todas las personas siempre habrá un abogado, una profesión que sigue reclamando su vital importancia en el marco del estado de derecho y de la democracia. A todos ellos, mi reconocimiento.
Salvador González Martín
Decano del Colegio de Abogados de Málaga
2020-12-10 | El Decano Informa